RUTA DE VIAJE


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lunes, 5 de noviembre de 2012

Reflexiones desde Rancho GInjolere

Hoy es uno de esos dias raros, reflexivos, nostalgicos. Han pasado casi dos meses desde que salimos y seguimos en el rancho, aislados del mundo exterior. Durante este tiempo a penas salimos excepto para ir  a por provisiones o alguna excursion eventual a la playa. Nos sumergimos de lleno en este proyecto ajeno y lugar magico.Se trata de una cooperativa ecologica, donde hay muchas plantas y arboles, donde trabajamos para mantener el lugar, sembramos, cosechamos, arreglamos y creamos. Hay mucha mala hierva que cortar pues crecio desmesuradamente por las ultimas lluvias. Entre los placeres estan  el de cosechar para llevarlo a la mesa, bien fresquito, productos como calabaza, sus flores, o semillas, maiz, yuca y sus brotes tiernos, muy parecidos a al espinaca, maracuya, algo parecido al sesamo llamado ajonjoli, papaya, oregano, chile entre otras muchas que algun dia daran algo que comer, a parte de su belleza natural. Por otra parte, la lectura, el ajedrez y la artesania ocupan el resto del tiempo y se han convertido casi en un ritual. Este lugar nos ha permitido disfrutar de una experiencia unica, donde la paz armoniza al son de la naturaleza y nuestra creatividad vuelve a ser como la de un niño. Disfrutando del placer de hacer las cosas con gusto, dia tras dia, sin imposicion alguna. De despertar espontaneamente a las sies de la mañana con los primeros rayos del sol. De aceptar y comprender cada cosa como parte de un todo. Asi pasan volando los dias con Evita, es una gran compañera de viaje, hay entre nosotros una gran complicidad y nos complementamos estupendamente. Lo bueno que disfruta las mismas cosas que yo, bueno, excepto la pesca. Nos hemos sentido simplemente felices, y sin nadie mas con quien compartir nuestra alegria simplemente sonreimos y disfrutamos de nuestro goce mutuo. Sin luz, ni electricidad, ni aparatos todo se ve diferente, al menos mas oscuro!!, y ni siquiera tenemos tiempo de aburrirnos, una especie de estimulacion ajena nos invade y siempre tenemos algo que hacer. Es como jugar a distraerse, encontrando actividades que te hacen aprender y mejorar.... Pero hoy, hoy es el dia en que me gustaria simplemente tomar unas cervezas con los colegas!! Eso tampoco tiene precio!!!

martes, 2 de octubre de 2012

Amigos, después de una gratificante temporada en Valencia…regresan las Soro Aventuras Gracias!!os quiero pendejos cabrones de toda índole!


Diria que estoy triste o que os echo de menos, pero no es verdad. Lo cierto es que me siento tremendamente feliz de haber compartido este tiempo con todos vosotros. Y a pesar de sentir que aquel no es mi lugar, haceis que siga deseándolo con fuerza.

Lo que lamento es no poder abducir vuestras mentes por un instante.Un instante que rompa con la monotonía de una sociedad donde somos como marionetas. Un instante tan placentero que pareciera fugaz y eterno al mismo tiempo…

…penetramos en el fantástico mundo de las Aventuras, donde cada uno agarra las riendas de su dia a dia.

En cada despedida la conciencia se satura; quehaceres, pensamientos, sentimientos… todo junto en un cóctel que te mantiene al límite. O eso creía yo!En el lindo Mexico hallaremos el descanso y la paz que necesitamos –pensaba hacia mis adentros. Una vez aquí todo es diferente.

Tenemos bastante curiosidad por cómo estará la furgoneta, que dejamos escondida de la codicia humana pero en manos de la naturaleza, en el rancho de un amigo. El no esta y se nota. Lo que hace seis meses parecía sabana ahora es selva, todo ha crecido muy rápido y la furgo a penas se distingue en el hambriento verdor. Eva y yo estamos sorprendidos de cómo ha cambiado el lugar y lo peor de todo es que nos atrae. Hemos ocupado la palapa de nuestro amigo y cadadia nos encontramos con diferente compañía. El primer dia nos esperaba en casa una de las mas temidas bifidas que muy generosa nos trajo un buen susto. Abria yo una bolsa de basura negra cuando de pronto, zas!! Aparece como por arte de magia casi en mis pies. Y qué podía esperar, estamos en su territorio y lo mejor será hacerla saberque ahora también nosotros vivimos aquí. Superado el traumadesahuciamos a la inquilina sin agresión alguna. Los siguientes días no fueron menos; abundantes y negros escorpiones, tarantulas peludas y con el culo pelirrojo, colibrís de color verde metalizado, ranas, insectos, lagartos, aves… coño Eva, ahora si acojona un poco, no!Ademas, en el rancho hay seis perros y un gato. El gatito, independiente y astuto cazador atrapa pequeñas aves y lagartijas que ofrece como obsequio a los perros, a condición de que lo dejen tranquilo y no lo correteen. Ellos han conocido el sabor de la carne y han sucumbido a sus instintos. El deseo los ha convertido en asesinos y cada dia se escapan y matan algún borrego del rancho vecino. Mientras tanto pasan las noches, y el descanso no es fácil, los perros aúllan como lobos, las ranas cantan desde el tejado y mil otros sonidos que no identifico se manifiestan a nuestro alrededor. Pero no todo es ruido en la noche, el sigilo tambien acecha. Estaba bien entrada la noche cuando de pronto despierto, sin razón aparente. Estoy tumbado en el suelo, sobre un estrecho colchón, en el primer piso de la casa sin paredes. A mi lado una cama donde yace la bella durmiente. Ambos estamos protegidos por un mosquitero, el mejor aliado del lugar. Despierto y AAAAAaaahhhhh!!!! Hormigas, muchas hormigas se hayan en el interior de mi mosquitero, empiezo a sentir sus picadas y salgo exaltado. Siguen picándome y yo salto de un lado para otro. Hormigas!! - le grito a Eva. Miroal suelo bajo la tenue luz de mi frontal pero no veo nada, me acerco un poco mas y …, un escalofrio recorre mi cuerpo. El suelo se mueve y no he fumado nada. Son hormigas, millones de hormigas por todas partes, sin orden, sin dirección. Eva, adormecida e ignorante de la magnitud de la invasión sale de su cama y solo entonces, picada tras picada, da crédito a mi sobresalto. Cuidado con el escorpión, me dice mientras sigo brincando descalzo. Despavorido me voy hasta la ducha donde por fin me libero de esas depredadoras. Jamas había visto huir a un escorpión con tanta rapidez! Esas pequeñas hambrientas arrasan con todo lo que se cruza en su camino, incluidos los perros que aullaban sin parar sin nada que pudiéramos hacer. Por suerte la camioneta estaba cerca y pudimos descansar en ella.Despues llego la lluvia, como cada noche, y con ella la tranquilidad.

La temporada lluviosa da los últimos coletazos, y todos los días hay tormenta. Por favor que no llegue el huracán, comentamos. Nos conformamos con las lluvias y vientos laterales que mojan nuestras pertenencias, o con las espectaculares noches cargadas de truenos y relámpagos que avanzan en el horizonte. Y cuando no, es el volar de nuestro vampiresco amigo el murciélago el que nos distrae.Bueno, y donde esta el descanso? Debe ser una utopia, no hay descanso cuando disfrutas de lo que pasa a tu alrededor.

Para los mas ansiosos de desastres y desventuras, lo siento, la furgoneta funcionó perfectamente. Una sonrisa aparece reflejada en nuestras caras, todo ha salido bien! A excepción de los ocupas que moran en nuestra casita mobil, entre ellos una familia de ratones, unas cuantas cucarachas y un ejercito de hormigas en crecimiento con numerosos huevos. Putos bichos, están por todas partes!!

Sabes que, vamos al caribe un rato, me apetece pescar y bucear en la noche.





 

martes, 27 de diciembre de 2011

La Huasteca Potosina

RIOS Y CASCADAS DE BELLEZA INCOMPARABLE; EL NARANJO, EL MECO, MINAS VIEJAS, TAMASOPO, MEDIA LUNA…


Después de nuestras inolvidables experiencias y aprendizajes en Real de 14 y el desierto, continuamos nuestro camino hacia el sur, hacia la Huasteca Potosina, donde el clima y la naturaleza árida del desierto cambian súbitamente de forma y de color. Las abruptas montañas se interponen en nuestro camino y con ellas, a cada curva, se manifiesta grandiosa la enorme cordillera que alberga tanta vida y tanta magia. Durante el recorrido quedamos asombrados en cada lugar, donde las paradas fueron obligadas, pues aquellos parajes son para disfrutar con calma, sin prisas, asique nos tomó como dos semanas hacer unos 500 km hasta llegar a Xilitla. Aquel circuito de cascadas y caudalosos ríos de aguas azules nos parecían un paraíso de belleza incomparable, asique no hicimos otra cosa que disfrutarlos con paseos y baños frecuentes, incluso creí que disfrutaria de la pesca el primer día cuando dos hombres que conocimos nos invitaron a ir con ellos y a comer los cangrejos de río que capturamos con una técnica poco respetuosa con el medio ambiente. El tipo alardeaba de que él era un buen pescador y de que tenía un método infalible. Nos sorprendió cuando abrió una botella de plastico que contenia una extraña mezcla de disolventes, cuyo odor rebelaba la elevada toxicidad del líquido, y la vertió sin pena ni reparo en el cauce de un rio de pequeña envergadura, que sin embargo, albergaba la vida de una gran cantidad de seres vivos, como pescados, tortugas, caimanes, cangrejos, etc. Sin oponerme a sus métodos pero mostrando mi desacuerdo no tuve otra que hacer de tripas corazón y trate de agarrar los cangrejitos que, medio intoxicados, salían de sus madrigueras y quedaban como dopados, sin capacidad de reacción, a lo largo del transcurso del rio. No daba crédito a lo que veía, y lo mismo sucedía con los pescaditos que salían a la superficie y trataban de respirar afuera del agua. El cogía todos, incluso los más chiquitines, yo dolido por aquel acto dejaba escapar alguno que otro. Aun así acabamos comiéndolos en una salsa que preparó su mujer. Todos comimos, incluso su mujer embarazada, con un poco de suerte no moriría inmediatamente. La interaccion espacio temporal con el otro chico nos dejo un recuerdo y un sabor de boca mucho mas gratificante, en cuanto que acepto con gusto cambiarnos un emisor de radiofrecuencia con memoria USB por tres pulseritas. De puta madre, por fin íbamos a poder disfrutar de música en la furgoneta. Resultaba curioso como cada cosa que necesitábamos o queríamos nos llegaba de forma inesperada, tan solo había que esperar y que desear con fuerza y el destino nos lo ponía en el camino. De ahí la importancia de tener buenos pensamientos, pues lo que piensas es lo que atraes, asi son las leyes universales del Karma. Sorprendentemente nos había pasado con cada cosa! Asique venga, unos que piensen en la lotería y otros en follar, cada uno sabra…









lunes, 26 de diciembre de 2011

San Mateo Rio Hondo, la sierra Oaxaqueña!

Después de muchos kilómetros y varios estados recorridos abandonábamos ya el Pacífico y dejábamos atrás días de calor, playas de ensueño, divertidas olas gigantes, pesca y tormentas. Dejaba el Pacífico con pena, pues añoraba todavía más momentos de pesca, buceo y surf (que ni siquiera habíamos probado). Deseaba descubrir y disfrutar la grandeza de aquel océano lleno de riquezas, sin embargo estábamos en época de lluvia y las posibilidades de disfrutar el mar embravecido se limitaban a un baño agitado. Había llegado el momento de relajarse y de abrir las puertas de la creatividad. Con ese fin, decidimos llegar a San Mateo Rio Hondo, a tres horas al interior en dirección a Oaxaca. Ubicado no sé a qué altitud, pero situado entre frescas montañas. Libres de mosquitos y de calor, las noches se hicieron mucho más agradables. Por fin gozábamos de un clima más fresco después de diez meses de un verano que nos persiguió a lo largo de todo el viaje. Alquilamos un ranchito donde vivimos nuestro último mes de permiso en México. La comodidad de una casa nos venía bien para paliar el desgaste de la vida en furgoneta, además de un espacio cómodo donde poder seguir produciendo artesanía (queríamos producir, pues nuestra intención era llegar a la Rivera Maya en diciembre para hacer la temporada de Navidad). Mientras tanto dejábamos pasar el lluvioso septiembre bajo un techo firme. El ranchito, hermoso, aislado y solitario, nos daba una oportunidad única para la inspiración y la creatividad, el descanso y el buen comer. Eso sin contar la experiencia con los animales que de pronto habíamos adquirido por el mismo precio. Formábamos una familia completa de cuatro cabras, cinco gallinas, dos pavos, un perro, un gato, Eva y yo. Ellos eran nuestra compañía diaria y me divertía ver a Eva jugando con el gatito, o corretear detrás de las gallinas para que salieran de casa. Me impresionaba la cantidad ingente de plantas y arbustos que es capaz de devorar una cabra o la cantidad de plumas que las aves me reportaban para la artesanía. Así pasaron pues los días en el rancho, sin grandes sobresaltos ni grandes quehaceres.


Eran muchas las personas que nos habían recomendado estas tierras oaxaqueñas, y es que en ellas se esconden ciertas virtudes que gustan a los visitantes. Entre otras cosas los hongos mágicos que crecen por aquí, “derrumbes y maestros”, cargados de psilocibina y, según cuentan, mucho mas concentrada que en los conocidos “san isidro o psilocibes cubensis”. También opio, pero sobretodo mota. Hay mucha mota natural y rica, cultivada en las montañas y lo bueno de esta región es que todavía no está dominada por los narcos. A su vez, también se ha desarrollado la producción de hachís, que aparentemente se ha vuelto más popular. Pero no nos dejemos seducir únicamente por las sustancias, pues éstas no son las únicas virtudes que ofrece esta tierra. De hecho, si de algo puedo hablar después de un mes aquí, es de la tranquilidad y la austeridad con que la gente vive. Una vida rural, tranquila y sin grandes pretensiones materiales, pero sobretodo tranquila. Tan tranquila que en algún momento pensé que podría aburrirme. Qué hacemos aquí con tantos abuelitos? -le pregunté a Eva desconcertado. Era cuestión de paciencia, había que acostumbrarse, ralentizarse y vibrar al son de las montañas.

Durante nuestra estancia coincidieron las fiestas del pueblo, entre ellas la que se celebra por la independencia del pueblo mexicano cuando se liberaron de los españoles. Fiestas populares que se celebran con bailes, comida gratis y mescal (mucho cuidado con el mescal!!). Queríamos comenzar con la iniciativa de hacer paella para vender. Ya teníamos la paella y quemador y solo faltaba ver la respuesta de la gente. Asique aprovechamos aquellos días de fiesta para hacer la prueba. Fue más tarde cuando caí en la cuenta, ¿qué cojones hacia un español allí tratando de venderles paella el día de la independencia mexicana? Me resultaba un poco irónico, incluso cómico, cuando estaban todos en la plaza dando discursos patrióticos sobre la liberación y nosotros allí, entre el tumulto, como si ocultáramos nuestra nacionalidad. No es que el mexicano tenga un sentimiento de odio, ni de rechazo, aceptan lo que pasó simplemente como parte de la historia. Lamentablemente, desde mi punto de vista personal, lo que pasó en toda Latinoamérica fue una atroz destrucción y muerte de tribus y culturas por pura codicia y ambición, y en consecuencia siento cierta vergüenza de las atrocidades que los españoles llevaron a cabo. Los niños, sin embargo, escuchaban los discursos totalmente ajenos a lo que simbolizaba aquel día de fiesta.

De tanto en tanto quedábamos con Alex y Laura, una pareja de artesanos con quienes compartimos buenos momentos. Me parecía especialmente interesante la historia de Alex, que abandonó todo en España, incluido un trabajo de director logístico, por una vida libre y tranquila, lejos de los excesos que le brindaba la vida europea. Y más singular todavía la forma que tuvo de afrontar su vida como trovador.

En realidad, cada vida de un viajero tiene algo de especial, en cuanto a que todos tuvieron algo que dejar, algo de lo que liberarse y desprenderse, y más aún, tuvieron una razón para dar el cambio, una motivación que los impulso a buscar algo nuevo.

Qué bueno es el camino, y mejor aún, las personalidades que en él se encuentran!!









jueves, 27 de octubre de 2011

Costa del Pacifico, de Nayarit a Oaxaca



Vamos sin reloj, y todavía a veces me pregunto qué hora es. Que importa!, dice Evita.

Recorremos kilómetros sin prisa, tranquilamente. Atravesando y explorando un estado y otro del gran y ya querido Mexico. Seguimos rumbo a la deseada Oaxaca donde esperamos instalarnos por un mes con el fin de hacer artesanía para preparar la temporada de Navidades. A nuestro paso la hermosa costa del pacífico, repleta de atractivos lugares por sus montañas, playas y acantilados. Como amante de la pesca y el mar hemos podido disfrutar en cada una de sus playas, pescando, buceando, compartiendo con los pescadores más variopintos, comiendo coco, matando mosquitos o dejándonos revolcar por las inmensas olas de la época, que te absorben y zarandean, te lanzan y escupen violentamente. Descubrimos el Pacifico en el Estado de Nayarit, en Sayulita y la hermosa playa contigua “mal paso” donde efectivamente fue un paso inapropiado pues allí nos robaron nada mas llegar. Una playa larga y solitaria, azul a un lado, verde al otro, un lugar idílico donde relajarse y dedicarse a las cosas mas insignificantes, y sin embargo, lo peor que ocurrió es que nos habían robado la tranquiladad. Eso y el reloj que me regalo mi hermano antes de salir. Intranquilos decidimos continuar hacia Manzanillo, donde posiblemente encontraríamos a nuestros amigos Cata y Lucho. Asi fue, el azar o quizás el destino nos mantenía unidos. Sin olvidar que paramos unos días en la playa de la Peñita, donde me metí a nadar y me sentí seducido por la idea de llegar hasta una roca que se hallaba unos dos kilómetros mar a dentro. Me sentí seguro y me acerqué mas y mas, Eva me miraba a lo lejos y pensó que me llevaba la corriente a su antojo. Continué hasta sentirme como un náufrago, entregado a las fuerzas del mar, y fue entonces impulsado por la preocupación de Eva cuando decidí volver. El oleaje había cambiado de dirección y amenazaba con estamparme contra las rocas. Un grupo de hombres dedicados a la pesca organizan inseguros una operación de rescate. Pertrechado con una soga pretende atraparme como lo haría con una vaca o un caballo. Desde el mar les muestro mi bienestar y despreocupación y termino saliendo sin incidentes. Ya en Manzanillo pasamos un par de días en la casa que le habían prestado a Lucho, y otros tantos más cerquita del mar, en la playa Audiencia donde una de las mañanas madrugue para ir a pescar y me sorprendi con la cantidad de pescados que saque desde arriba de un bote. Concluimos en Manzanillo con la fabricación del quemador para la paella. Y un asado de pescado en la punta de Boquita.
Condujimos alegremente hasta Maruata, donde descubrimos un lugar especialmente bonito de ecoturismo, playas, rocas y palmeras bastaban para hacer aquel lugar especial. Un pequeño pueblo o comunidad indígena donde viven sin asfalto ni edificios. Me encantan los lugares naturales, organicos, donde las cabañas y palapas dan un toque perfectamente armonizado con el entorno. Dedicados principalmente a la pesca, tuvimos la oportunidad de ir con ellos en barca y pescar. Era un lugar idílico en el que sin duda me hubiera quedado más tiempo. Vimos el desove de tortugas inmensas. Fumé muy buena yerba y hasta compré una pequeña red con la que poder pescar y aprender la técnica. La gente nos trató siempre bien, a pesar de que nos resultaban algo decrépitos. Fumaban mucho y hablaban en Nawal, con lo cual a veces no teníamos ni la mas remota idea de lo que hablaban. Un dia desperté y Eva me informó que me habían robado las chanclas ante su mirada petrificada y silenciosa. Cheme, nos permitió aparcar en su terreno y hasta nos propuso construir una cabaña por alojamiento y comida. Wilfrido se preocupó siempre de nosotros y nos llevo a pescar. Su tio Teodoro también nos permitió utilizar sus instalaciones a pie de playa y refugiarnos en su casa en ultimo instante cuando la tormenta se puso fea y subio el nivel del agua del rio y finalmente quedó todo inundado. Habiamos disfrutado de pescado fresco preparado en cada una sus formas; asado, frito y como fresco ceviche, de pulpo y camarones. Me daba cuenta de que en aquellas tierras la naturaleza y el oceano todavía tenían recursos para satisfacer las necesidades de muchas familias. Y yo me iba con la pena de irme sin poder capturar ni una langosta, por estar en época de cría. Además de las inclemencias climáticas, con las que Eva llego a tener miedo por la fuerza brutal del viento acompañado de lluvia intensa y olas gigantes. Era época de huracanes y hacia tan solo veinte días que uno había devastado la mayor parte de palapas y construcciones, asique no tuvimos otro remedio que continuar nuestro viaje. Quedaba pues pendiente regresar por aquellas tierras de pescadores y surf.
Rumbo a Oaxaca seguimos sorprendiéndonos con el Pacifico, mas playas insólitas, como Puerto Escondido, o Roca Blanca, para llegar finalmente a Masunte, hermoso y turístico lugar con el que despedimos la costa y los mosquitos para adentrarnos en la sierra Oaxaqueña. Tres horas de lluvia constante hasta que llegamos a San Mateo Rio Hondo. Próximo capitulo!


























jueves, 20 de octubre de 2011


DESASTROSA LLEGADA A GUATEMALA
La llegada a Guate ha sido desastrosa. Una tormenta tropical se extiende por todo el país y Chiapas, cae la lluvia sin tregua ni descanso. Numerosos agujeros en la carretera como si fuera un queso gruyer que hacen la conducción pesada, lenta y peligrosa. Para colmo acabo de darme cuenta que me han estafado en la frontera con el cambio de dinero. Analizo la situación una y otra vez tratando de averiguar como ha podido ocurrir, y me doy cuenta de que he sido victima de la confusión y el engaño colectivo a que te someten los coyotes cuando entras en un nuevo país. Personas que te muestran identificaciones falsas y te dicen toda clase de mentiras con tal de sacarte algo. Continuamos nuestro camino sumido en las tinieblas, la impotencia y el odio creciente…. Por suerte, la radiante naturaleza de Guatemala pronto nos da la energía para reponernos de las adversidades. Agua torrencial, puentes caidos y derrumbes pero finalmente llegamos a San Pedro la Laguna, un conocido lugar donde reina la paz, la tranquilidad y la alegría.

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El Desierto Mexicano
Es un lugar mágico y desolado. Cuando entré en el me sorprendio y me atrajo hacia su interior. Con sus caminos de tierra y arena, los remolinos de viento que levantan el polvo costantemente, los captus con respectivos pinchos y la governadora que se extiende por casi toda la superficie haciendo honor a su nombre. Descubrí que el sol, eterno y violento te pone al nivel del suelo, cuando pasan las horas y el calor sube, haciendo que te arrodilles incluso que te tumbes con tal de recibir un poco de sombra. Cada piedra y cada árbol permanecen inalterables y acomulan una energía especial. Seco y polvoriento se hace duro vivir en él. Sin agua todavía mucho peor. Pero como en cada lugar hay un aliado, alguien que te ayuda a conocerlo y a desenvolverte en él, algo que te mantiene vivo, te hidrata, te nutre y te abre la conciencia a toda la magia que encierran estas aridas tierras. Se trata del hikuri, que como planta sagrada e integradora del desierto conoce sus secretos y contiene su sabiduría. Es la única planta que me ha hecho sentir vivos a los arboles, mostrándome sus movimientos, su afecto y su amor. Poco me falto para llorar al sentir que aquella palmera, solitaria en el desierto, podía moverse… podía sentir su movimiento aun estando estático y veía en él una lucha eterna por manternerse en aquella posición que revelaba mil formas y guerras distintas.
El sol no parecía caer nunca, pero lo hizó finalmente ayudado por la salida de la luna llena que lo relevó. La noche era muy clara y se podía pasear perfectamente en la oscuridad. Al igual que la vez anterior, bajo la percepción de los efectos de la planta, seguía viendo como si fuera la composición de la materia, una especie de tejido vivo que daba forma y cuerpo al espacio, al aire. Como si fueran campos de energía o luz polarizada que se distribuyen por todo el espacio con diferentes densidades. Quizas por mis estudios en química lo relaciono con algo cuántico, en cuanto que todo se ve como partículas, haces de fotones y campos de energía. Se forman como uniones de energía, o cavidades espacio temporales que no podemos apreciar normalmente, pero que mediante el “hikuri” o peyote no solo puedes apreciarlas, sino que es posible explorarlas. Te abre un mundo de percepción, mas profundo, no solo del mundo macroscópico, también del microscópico o energético. Y desde esa perspectiva es desde donde se observa que todoesta vivo, que todo tiene una energía, y esta se intercambia con el entorno, formando canales de energía. Uno puede crear un canal de energía con otro ser, planta o animal y este canal puede convertirse en una cavidad o dimensión donde el entendimiento y la comunicación son diferentes, espontaneos y se rigen por una fuerza sobrenatural llamada amor. A decir verdad, a mi entender “hikuri” te abre los canales a otras dimensiones, donde se pueden conocer otras realidades.
Una experiencia sin duda enriquecedora!